Kobido Tarragona

La palabra kobido significa «antiguo camino de la belleza», ya que toma técnicas de la medicina tradicional japonesa y las despliega con manipulaciones actuales sobre el rostro para mejorar las condiciones de la piel.
También se lo conoce como “lifting facial japonés” o “lifting sin cirugía” por su eficacia en tonificar y levantar las facciones del rostro, así como disminuir los signos del envejecimiento.

El masaje facial Kobido empezó a ser practicado por los samuráis quienes lo empleaban por sus efectos relajantes tras las batallas. Éste fue pensado para aumentar la salud y la longevidad.
En 1472 la emperatriz de Japón requirió específicamente el masaje Kobido, convirtiéndolo en tratamiento de uso exclusivo de la familia imperial, pasando a ser un masaje reservado para la alta sociedad japonesa.
En 1984, Shogo Mochizuki (26ª Generación de Maestros de Kobido, descendiente de uno de los linajes más importantes de la medicina japonesa y masaje) se traslada a Estados Unidos donde comienza a enseñar y difundir el arte del Kobido.
A partir de ahí, aparecen diferentes escuelas y métodos, muchos de ellos diferenciándose del ritual original y occidentalizando las técnicas, buscando potenciar la eficacia estética del masaje por encima de sus características artísticas.

El masaje se enfoca en el levantamiento y la relajación de los músculos faciales y la mejora de la circulación sanguínea, lo que puede ayudar a mejorar el aspecto de la piel y su salud en general. El objetivo del masaje facial japonés kobido es una piel brillante, luminosa, fresca, en un rostro sereno y radiante.

Sus principales beneficios son:
Regenera la piel.
Previene los síntomas de envejecimiento.
Reduce las líneas de expresión.
Reduce la flacidez.
Mejora la circulación sanguínea y linfática.
Mejora la oxigenación y nutrición de las células de la piel.
Elimina células muertas.
Libera la tensión de los músculos faciales y del cuello.
Estimula el área neuromuscular.
Mejora el equilibrio del mecanismo fisiológico del cuerpo a través de las zonas reflejas en la cara.
Crea sensación de bienestar, claridad mental y actúa positivamente sobre el estado de ánimo.

Se trata de un masaje facial que se realiza en cara, cráneo y cuello y es una técnica basada en movimientos rápidos de percusión y amasamientos “lo que requiere una gran destreza con los dedos” combinados con manipulaciones suaves y profundas que estimulan los nervios faciales trabajando la musculatura subcutánea y aumentando la circulación sanguínea, a la vez que mejora el transporte de sangre y linfa, llegando a las células de la piel, ayudando a eliminar toxinas e impurezas, oxigenando tejidos, beneficiando la distribución de los nutrientes y estimulando la producción de colágeno y elastina, sustancias responsables de la buena calidad de la piel.
En este masaje se trabajan los 16 músculos faciales superficiales y específicamente puntos neuro-sensoriales y meridianos energéticos, que van a influir de manera notable sobre la nutrición celular y la circulación de la energía, mejorando de forma refleja la función fisiológica de nuestro organismo, atenuando las arrugas y las líneas de expresión, tonificando la flacidez muscular y relajando la tensión del rostro.

La sesión consta de 4 fases principales:

Fase 1: Se suele comenzar con un masaje cervical para relajar la musculatura, facilitar la circulación sanguínea y favorecer la irrigación de la zona superior del cuerpo.
Fase 2: La segunda fase es donde se lleva a cabo el propio masaje lifting, en escote, cuello y cara. Se finaliza con una estimulación linfática, para favorecer la eliminación de toxinas y líquidos retenidos.
Fase 3: En la tercera fase del masaje, se presionan puntos de Shiatsu de cabeza y cara. Se trata de puntos de acupuntura que actúan de forma sistémica sobre todos los meridianos energéticos.
Fase 4: En la cuarta fase, se masajea cráneo y de nuevo cervicales, entrando en una profunda relajación y eliminación de tensiones que afectan directa o indirectamente a nivel facial.

El producto principal que utilizamos para realizar el masaje facial es un aceite vegetal, normalmente jojoba o escualeno. El aceite permite un buen deslizamiento de las manos, necesario para efectuar las diferentes técnicas. Los aceites que utilizamos son de primera calidad y no comodogénicos, por lo que no te ensuaciarán la piel ni obstruirán tus poros; al contrario, penetran en profundidad nutriendo tu piel. También es posible que utilicemos algún producto de cosmética natural para limpiar la piel o finalicemos con alguna crema; en ese caso utilizamos la cosmética bio de la marca Dr. Hauschka, que ayuda a la piel a recuperar sus ritmos naturales y su propia capacidad de autoregeneración.

Los resultados se pueden notar inmediatamente después de la sesión. Muchas personas reportan una sensación de relajación profunda, así como una piel más suave, luminosa y con un aspecto más saludable después de la primera sesión, que pueden durar varios días después del tratamiento.
Sin embargo, los resultados más significativos y duraderos del masaje facial se logran a través de sesiones regulares y consistentes. A medida que se reciben más sesiones, los beneficios acumulativos se vuelven más notables y duraderos. Los resultados pueden incluir una reducción en la apariencia de líneas finas y arrugas, una mejora en la textura de la piel y un aumento en la luminosidad y claridad del cutis.
Es importante tener en cuenta que la respuesta individual al masaje facial Kobido puede variar según la piel, el estilo de vida y la edad de cada persona. Además, la frecuencia y duración de los resultados también puede variar según la persona. En general, se recomienda una serie de sesiones regulares para lograr los mejores resultados a largo plazo.

La frecuencia recomendada para el masaje facial Kobido puede variar según tus necesidades y objetivos específicos. En general, los resultados del masaje facial Kobido son acumulativos, lo que significa que se necesita más de una sesión para ver resultados duraderos y significativos.
Para mantener y mejorar los resultados, las sesiones se pueden programar semanalmente, quincenalmente o mensualmente, dependiendo de los objetivos y necesidades de cada persona, valorando los resultados esperados, el tiempo disponible y su presupuesto.
Por lo general, se recomienda un ciclo inicial de 4 a 6 sesiones semanales o quincenales seguidas. Después del ciclo inicial, muchas personas optan por sesiones de mantenimiento mensuales para ir progresando notablemente y manteniendo los resultados.
Otra opción es realizar sesiones mensuales desde el principio para obtener resultados progresivos y acumulativos, “sin prisa pero sin pausa”.
Para fechas concretas dónde quieras lucir “buena cara”, se recomienda realizar este tipo de masaje el día antes de ese evento importante; o realizar unas cuantas sesiones seguidas (4-6 semanas antes) que permitan trabajar intensamente y notar mayores cambios visibles en menos tiempo.
En cualquier caso, no te preocupes porque valoraremos tus necesidades y objetivos individuales y recibirás unas recomendaciones personalizadas.

No hay ninguna preparación específica previa para recibir un masaje facial kobido; evita los cuellos altos y las joyas en cuello y orejas, pero también puedes quitártelos antes de empezar el tratamiento. Y recuerda poner tu móvil en silencio para asegurarte que nadie interrumpe este ratito para ti :)

Después de recibir un masaje, tu piel está mucho más receptiva a absorber los productos que le apliquemos, ya que habremos estimulado la circulación de la sangre y su oxigenación profunda. Es recomendable realizar una limpieza suave y aprovechar para aplicar alguna mascarilla o tratamiento. También te asesoraremos sobre los productos que te recomendamos en función de tu tipo de piel y de lo que hayamos observado durante el tratamiento que tu piel pueda necesitar.
Bebe mucha agua e hidrátate bien, también es normal si tienes más ganas de orinar; durante el masaje estimulamos el drenaje linfático natural del organismo y la eliminación de toxinas.
Y si tienes la posibilidad de descansar o realizar alguna actividad suave después de recibir el tratamiento mejor; el masaje tiene efecto relajante y ayuda a calmar la mente y a mejorar el sueño, así que aprovecha sus beneficios para prepararte para un buen descanso.

Se puede aplicar en cualquier etapa de la vida, aunque si el objetivo es principalmente estético, lo recomendaremos a partir de los 35-40 años, que es cuando empiezan a marcarse las primeras líneas de expresión y la disminución de la síntesis de colágeno y elastina.
También es apto para en embarazo, lactancia, posparto… aunque te pedimos que nos informes en ese tipo de situaciones de modo que lo tengamos en cuenta.

El masaje facial Kobido no debería ser doloroso si se realiza correctamente por un profesional capacitado. El masaje Kobido utiliza una técnica suave y rítmica que se enfoca en el levantamiento y la relajación de los músculos faciales, por lo que la mayoría de las personas encuentran que el tratamiento es muy relajante y placentero.
Si en algún momento del masaje sientes dolor o molestia, debes comunicarlo inmediatamente al terapeuta para que pueda ajustar la presión o la técnica para hacerlo más cómodo para ti. Igualmente, te pediremos que nos informes previamente si sufres de algún problema de piel o puntos de tensión para adecuar el abordaje del tratamiento.
En general, el masaje facial Kobido debe ser una experiencia relajante y cómoda, y muchos clientes disfrutan del tratamiento regularmente.

El masaje facial Kobido puede ser beneficioso para la mayoría de los tipos de piel, aunque hay algunas contraindicaciones y precauciones a tener en cuenta. Por ejemplo, no es recomendable para personas con ciertas condiciones de la piel, como quemaduras solares graves, heridas abiertas, acné inflamado o rosácea. Además, las personas con piel muy sensible o reactiva deben considerar probar una sesión corta antes de programar un tratamiento completo.
En general, si tienes dudas sobre si el masaje facial Kobido es adecuado para tu tipo de piel, es recomendable que nos consultes y podamos evaluarlo juntas.