Sibo, o sobre crecimiento bacteriano en intestino delgado.

La proliferación de bacterias en esta zona del intestino es una condición no deseable, que genera disconfort digestivo, malabsorción de nutrientes e intolerancias.

Sibo, o sobre crecimiento bacteriano en intestino delgado.La proliferación de bacterias en esta zona del intestino es una condición no deseable, que genera disconfort digestivo, malabsorción de nutrientes e intolerancias.

 

Tratamiento del SIBO

El Sibo suele tratarse con antibióticos, y pueden ser naturales, como el aceite esencial de menta o de orégano, o farmacológicos, como la neomicina o la rifaximina.

 

¿Por qué reaparece el SIBO?

El sibo suele reaparecer con frecuencia después de un tiempo. Esto es debido a que la disbiosis en intestino delgado está asociado a varios factores, que deben corregirse, para eliminarlo para siempre.

  • Hipoclorhidria: falta de producción de jugos gástricos. El ácido clorhídrico es esencial no solo para una correcta digestión, también para mantener la salud de la barrera intestinal y de la microbiota. Una menor producción de ácido en el estómago repercutirá negativamente en el equilibrio del pH de todo el intestino, y cambios indeseables en la microbiota. Hay diversos factores que pueden afectar a la producción de ácido clorhídrico: estrés, medicamentos antiácidos, alimentación, infección por Helicobacter Pylory….

  • Falta de enzimas digestivas. Las enzimas digestivas juegan un papel importante en la digestión, su función es romper los nutrientes en moléculas más pequeñas para facilitar su absorción. La falta de enzimas puede comportar que porciones de tamaño mayor lleguen al intestino, lo que dificulta su absorción a través de la mucosa intestinal. Todos los nutrientes que no hayan podido ser aprovechados quedaran en el lumen intestinal a disposición de las bacterias, este exceso de nutrientes provocará una proliferación excesiva de la microbiota y más fenómenos de fermentación y putrefacción.

  • Falta de Bilis. La bilis tiene un papel importante en la digestión de las grasas y el transporte de substancias de desecho a través de todo el tracto intestinal, pero también es un antibiótico natural que contribuye en la homeostasis de nuestra microbiota y a la motilidad intestinal. Un deficiente vaciado de la vesícula biliar tendrá como consecuencia digestiones más pesadas, estreñimiento y mayor tendencia a sufrir alteraciones en la microbiota. Para mantener la salud de la vesícula biliar y garantizar un correcto vaciado debemos tener un aporte adecuado de ácido: limón, vinagre, fruta… Podemos estimular el vaciado tomando en ayunas platas amargas como la alcachofa, el boldo, o zumo de pomelo. También una cucharada de aceite de oliva con unas gotas de limón antes de la comida, promueve la producción de bilis y mejora la digestión.

  • Disfunciones en el complejo migratorio motor. Este mecanismo es esencial para la salud del intestino delgado.

El complejo migratorio motor son movimientos de limpieza que se activan en el intestino delgado para empujar los restos de comida y de bacterias, tras la digestión, hasta la válvula ileocecal. El complejo migratorio motor se activa durante las 2 horas siguientes después de la digestión. Por lo que es recomendable espaciar las ingestas un mínimo de 4 horas, de esta forma aseguramos una correcta digestión y limpieza intestinal.

Si tomamos algún alimento antes de este tiempo, se inicia el proceso digestivo y paraliza el proceso de limpieza. Facilitando la acumulación de alimento y la proliferación de bacterias.

 

Si sufres o has sufrido de SIBO es muy recomendable que limites el número de comidas a tres por día, separadas un mínimo de cuatro horas y evites picar entre horas.

Para apoyar el buen funcionamiento del complejo migratorio motor es muy recomendable incluir en la dieta alimentos que apoyen el movimiento intestinal, procinéticos, como el jengibre, la canela o el regaliz.