Los Helmintos forman parte de nosotros, NOSOTROS, con mayúsculas, porque mucho hablamos de nuestra microbiota, pero en realidad los microorganismos presentes en nuestro cuerpo son tan indisociables de nosotros, como lo son nuestro pelo, nuestra voz, o nuestros pulmones…

 

 

Los Parásitos son más grandes que otros microorganismos de nuestro intestino, su mayor tamaño exige una estrategia inmunitaria diferente para su regulación: La desgranulación de los eosinófilos, mediada por IgE y que libera histamina y proteína catiónica eosinofílica.

La histamina es una hormona/neurotransmisor, un señalizador, en definitiva.on la actividad de los eosinófilos se acumula en nuestro cuerpo y eso genera una respuesta en los tejidos blandos: contracción de la musculatura lisa (paredes intestinales) y dilatación de los vasos sanguíneos, para facilitar su expulsión

Las contracciones en la musculatura lisa del intestino puede generar espasmos y dolor, mientras que en los vasos sanguíneos genera hiperemia, que provoca hinchazón y el enrojecimiento de la piel y de las mucosas.

En la mayoría de los casos, la presencia de helmintos en nuestro intestino aunque es indeseable no representa una «amenaza» grave para la salud y nuestro sistema inmune no desencadena una respuesta abrupta ante ellos, es lo que se conoce como respuesta inflamatoria Th2.

 

 

Respuesta inmunitaria frente a Parásitos

Cuando nuestro sistema inmune se ve obligado a hacer frente a una infección por bacteria o virus: suele generar una respuesta contundente, pero corta en el tiempo, suele aparecer síntomas agudos como el dolor, cansancio y fiebre, a esta respuesta aguda y enérgica se la conoce como Th1.

En el caso de los parásitos más grandes, el cuerpo responde de forma menos enérgica a la infección, a través de un mecanismo mucho menos inflamatorio, que no suele generar tantas molestias, pero que si no se resuelve y se alarga en el tiempo, puede generar un estado permanente de infamación conocido como Inflamación de Bajo Grado o Low Grade Inflamation, que desgasta la energía del sistema inmune y deteriora progresivamente el sistema común de mucosas.

Muchas veces el paciente puede sufrir síntomas por años, porque son inespecíficos y no se llega a entender la causa.

 

Síntomas de presencia de Parásitos:

– hinchazón abdominal

– dolor abdominal

– gases

– piel atópica/descamación

– prurito

– ansiedad, insomnio

– bruxismo

– alergias, rinitis

– Brain Fog, dificultad para concentrarse

– dolores musculares, rigidez

– dismenorrea

Los parásitos también pueden estar detrás de los problemas de fertilidad, porque inflamación de bajo grado afecta a la tolerancia inmunitaria necesaria en el momento de la fecundación del óvulo y en la posterior implantación del embrión.

Detección y tratamiento de Parásitos

Por mi experiencia en consulta, creo que el gran problema con esta sintomatología es que muchas veces se descarta la infección por parásitos demasiado pronto, tras un cultivo de heces. No siempre un coprocultivo negativo es fiable, los helmintos son difíciles de detectar, hay que estar atento a los síntomas, si no se resuelven tal vez deberíamos repetir el test, o descartar la presencia su presencia mediante un test PCR.

Los helmintos son muy persistentes, pueden permanecer ocultos e indetectables y eclosionar sus huevas con la luna llena.

El tratamiento de parásitos es largo y debe ir acompañado de una adecuada recuperación de la barrera. Recuperar el equilibrio del sistema inmune y de las mucosas para erradicar los síntomas y la inflamación.

También es importante promover una correcta detoxificación hepática que favorezca la eliminación del exceso de histamina.

Déjame tus comentarios o preguntas, te leo y te respondo.