Cada 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Endometriosis, una fecha clave para dar voz a quienes han sufrido en silencio durante demasiado tiempo. A pesar de afectar a una de cada diez mujeres en edad reproductiva, sigue siendo una enfermedad invisible, minimizada y normalizada. “Es solo una regla dolorosa”, dicen. Pero no, el dolor incapacitante no es normal, y vivir con endometriosis no debería significar años de sufrimiento ignorado. Debemos dar más visibilidad a la endometriosis y desnormalizar el dolor menstrual
¿Qué es la Endometriosis?
La endometriosis es una enfermedad en la que un tejido similar al endometrial, en lugar de quedarse dentro del útero, crece fuera de él, afectando órganos como los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino o incluso el diafragma. Cada mes, este tejido responde a las hormonas del ciclo menstrual como lo haría el endometrio dentro del útero: crece, se inflama y sangra. Pero aquí no hay salida para esa sangre, lo que genera dolor, inflamación y adherencias entre los órganos. Y no, no es “solo una menstruación dolorosa”, es una condición crónica que puede afectar la fertilidad, la calidad de vida y la salud en general.
Este artículo pretende reivindicar y divulgar la endometriosis y. desnormalizar el dolor menstrual
Tipos de Endometriosis
Existen distintos tipos de endometriosis, que pueden afectar a las pacientes de diferentes maneras:
- Endometriosis superficial: Afecta principalmente al peritoneo y suele generar inflamación y dolor pélvico crónico.
- Endometriosis ovárica (endometriomas): Forma quistes en los ovarios, conocidos como “quistes de chocolate”, debido al contenido espeso y oscuro por la sangre acumulada.
- Endometriosis profunda: Afecta tejidos más profundos como ligamentos uterosacros, vejiga o intestino, provocando dolor severo y posibles complicaciones digestivas o urinarias.
- Adenomiosis: Aunque técnicamente no es endometriosis, se le relaciona estrechamente. Se da cuando el tejido endometrial crece dentro del músculo uterino, provocando sangrados abundantes y mucho dolor.
¿Por qué aparece la Endometriosis?
Aunque la causa exacta sigue siendo un misterio, hay varias teorías que intentan explicarlo:
- Menstruación retrógrada: Parte del flujo menstrual, en lugar de salir del cuerpo, regresa por las trompas de Falopio y se implanta en la cavidad pélvica.
- Metaplasia celómica: Algunas células fuera del útero pueden transformarse en tejido endometrial bajo ciertas condiciones hormonales e inflamatorias.
- Diseminación linfática o hematógena: El tejido endometrial podría viajar a otros órganos a través de la sangre o el sistema linfático.
- Factores inmunológicos y epigenéticos: Un sistema inmune disfuncional podría permitir que estas células se adhieran y crezcan donde no deberían. Además, la genética y el ambiente también juegan un papel importante.
Inflamación: ¿Enemiga o aliada?
La inflamación es un mecanismo natural del cuerpo para reparar tejidos dañados. En condiciones normales, este proceso sigue una secuencia en la que, tras la fase inflamatoria, se activa la resolución y regeneración de los tejidos. Sin embargo, en la endometriosis, este proceso parece estar alterado, lo que genera un estado de inflamación crónica que daña los tejidos en lugar de curarlos.
El uso excesivo de antiinflamatorios convencionales, como los AINEs (ibuprofeno, naproxeno), puede interrumpir esta cadena regenerativa al bloquear la producción de prostaglandinas necesarias para la resolución de la inflamación. Esto crea un círculo vicioso donde la inflamación no se resuelve adecuadamente, perpetuando el dolor y el daño tisular.
Estrategias como la nutrición antiinflamatoria, el ayuno y ciertos suplementos pueden ayudar a mejorar la resolución inflamatoria, en lugar de solo suprimir la inflamación.
Cómo Mejorar la Endometriosis desde el Estilo de Vida
Algunas estrategias clave incluyen:
- Alimentación antiinflamatoria: Evitar ultraprocesados, azúcares y grasas trans. Priorizar alimentos ricos en omega-3 (pescado azul, semillas de chía y lino), vegetales de hoja verde y frutos rojos.
- Resoliomics y equilibrio inmunológico: Consumir alimentos ricos en polifenoles (té verde, cúrcuma, cacao puro) y aumentar la ingesta de grasas saludables para favorecer la resolución de la inflamación.
- El ayuno intermitente: Se ha demostrado que el ayuno ayuda a reducir la inflamación, regular el sistema inmune y activar la autofagia, un proceso clave para eliminar células dañadas (Longo & Mattson, 2014).
- Suplementos: Estudios sugieren que la N-acetilcisteína (NAC) y la curcumina pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas de la endometriosis.
- Ejercicio y movimiento: Mantenerse activa mejora la circulación y reduce el dolor pélvico.
La Medicina China: Una de las Terapias Más Eficaces para el Dolor y la Fertilidad
La medicina china ha sido una de las terapias más utilizadas y efectivas en el tratamiento de la endometriosis, y no es casualidad. Desde esta perspectiva, la enfermedad se asocia con un estancamiento de sangre en la pelvis, lo que genera dolor, coágulos y reglas irregulares.
- Acupuntura: Ayuda a movilizar la sangre, reducir la inflamación y aliviar el dolor. Un metaanálisis (Zhu et al., 2021) encontró que la acupuntura es efectiva para reducir el dolor menstrual en pacientes con endometriosis.
- Fitoterapia: Se utilizan combinaciones de hierbas específicas para regular el sistema hormonal y mejorar la circulación sanguínea en la pelvis.
- Dietoterapia energética: La medicina china recomienda evitar alimentos fríos o crudos y priorizar aquellos que nutran y calienten el útero.
¿Por qué, si hay evidencia de su eficacia, la medicina china sigue sin estar integrada en los tratamientos estándar? ¿Por qué se sigue viendo como una opción alternativa cuando su enfoque integrador puede mejorar la calidad de vida de tantas personas? Es hora de que la medicina convencional y la medicina tradicional trabajen juntas en beneficio de las mujeres que sufren endometriosis.
La Urgente Necesidad de Visibilizar la Endometriosis
El dolor menstrual NO debería ser un motivo de vergüenza. No es normal perder días de vida cada mes, no es normal recibir miradas de incredulidad cuando explicas lo que sientes, y no es normal que millones de personas sigan sufriendo en silencio porque el sistema no está preparado para escucharlas.
Necesitamos más información, más apoyo en el entorno laboral y educativo, más investigación en tratamientos efectivos. Necesitamos que se deje de decir “es normal” y se empiece a actuar. Porque cuando el dolor se silencia, se multiplica.
Este 14 de marzo, hablemos alto y claro: la endometriosis existe, el dolor no es normal hay que desnormalizarlo. Las personas que la padecen merecen ser escuchadas. No más silencio. No más indiferencia. Es momento de cambiar la historia.
Si tienes endometrioses o dismenorrea, puedo guiarte en el proceso de investigar y mejorar de estas alteraciones, pide tu cita.